A 40 años del inicio de aquel negocio de autofinanciamiento de autos nuevos que se convertiría en lo que hoy es Grupo Autofin Monterrey.
El Presidente de Grupo Autofin Monterrey nos cuenta qué ocurrió en 1979, luego de terminar su carrera de Abogado en la Universidad Autónoma de Guadalajara y trabajar año y medio en Banrural. Entonces, el esquema de autofinanciamiento surgido en Alemania tomaba auge en América Latina, y es cuando él decide entrar al negocio en México.
¿Por qué abrir una sucursal en Monterrey?
Por su importancia económica, la calidad y el perfil del regiomontano que se identificó de inmediato con el esquema de autofinanciamiento. El regio es una persona ahorradora y organizada. Entonces tuvimos un éxito bien importante y de ahí ya nos fuimos abriendo varias sucursales.
¿Cómo fue el arranque?
Llegué a Monterrey en febrero de 1979 a abrir una sucursal; el 9 de mayo de ese año lo pudimos hacer, y desde el primer día fue algo impresionante, llegaban muchísimas personas a preguntar por el plan en esa sucursal de Colón y Pino Suárez. Estaba bastante escondida, pusimos un desplegado en el periódico donde decía que abríamos las puertas con el servicio de autofinanciamiento para todas las marcas y tipos de unidades, sin enganche y sin intereses, y gracias a Dios ese primer día vendimos 8 o 10 automóviles, y de ahí para adelante.
¿Cuántas personas laboraban en la empresa?
Fuimos muy poquitos colaboradores, pero todos éramos multiusos. Teníamos una asistente, un contador, un gestor, una persona de aseo, un equipo de asesores financieros y tu servidor. Éramos 5 personas en administración, yo atendía a los clientes y capacitaba a los asesores, salíamos a prospectar y a cerrar negocios.
Si teníamos que entregar un auto, alguien se iba al trámite de placas y tenencia, y yo le daba una lavadita al coche para que se entregara reluciente, supervisábamos que se presentaran las declaraciones fiscales y que estuviera la contabilidad clara y transparente.
¿Cómo fue creciendo el grupo?
Abrimos otra sucursal en Simón Bolívar y después nos fuimos a abrir Monclova, Saltillo, Tampico, Torreón, Chihuahua, entre otras. Y ahora estamos prácticamente en toda la república y contamos con cerca de 100 puntos de venta, un equipo de alrededor de 1,000 asesores y un poderoso Call Center. Yo venía a Monterrey sólo por unos meses a abrir aquella primera sucursal y me encantó la Ciudad y su gente, aquí formé a mi hermosa familia. Ya llevo 40 años, me he tardado un poco más de lo planeado, pero muy feliz (dice sonriendo Don Armando, en entrevista en su oficina Matriz).